24
Ene

A pesar de las ventajas y utilidad que supone la impermeabilización de cubiertas, pocas personas conocen los detalles acerca de este procedimiento. Por esta razón, en este artículo se va a exponer toda la información necesaria para entender en qué consiste dicha impermeabilización y si es conveniente realizarla o no.

Sistemas de impermeabilización de cubiertas más comunes

Hay diversas técnicas para impermeabilizar una cubierta. Dependiendo del material de dicha cubierta y de las condiciones del lugar donde se encuentra tendrá que utilizarse uno u otro. Por este motivo, lo mejor es ponerse en contacto con un profesional desde el primer momento.

Esta será la única manera de obtener una impermeabilización de calidad y duradera que no sea contraproducente por las necesidades del emplazamiento y material de la cubierta. Así pues, estos son los tipos más comunes.

Impermeabilización con caucho clorado

Este es un material económico y fácil de colocar muy popular en las comunidades de vecinos. Normalmente, esto se debe a que dicho clorocaucho o caucho clorado presenta una solución rápida a un problema bastante grave de filtraciones.

Impermeabilización con caucho clorado

De esta manera, sus ventajas principales son su bajo precio, la rapidez y la facilidad en su aplicación. No obstante, también supone algunas deficiencias. Por ejemplo, su duración es inferior a la de otros materiales y hay que aplicarlo con cuidado para evitar una mala solución del problema. Por último, es una solución para puntos singulares que no servirá en todas las condiciones.

Lo ideal es proteger este material una vez aplicado para evitar su pronto desgaste, algo que no todas las empresas o profesionales hacen.

Impermeabilización con membranas líquidas

Cuando se elige este material, su aplicación se lleva a cabo in situ «pintando» o cubriendo la superficie de la cubierta con un material líquido que cuando se seca genera una membrana espesa, que hace las veces de capa de impermeabilización. Ciertamente, es un sistema muy similar al clorocaucho, pero su calidad es mayor, ya que dicha membrana tiene una base de poliuretano cuyo espesor y elasticidad aporta una mayor garantía en su funcionamiento.

Impermeabilización con membrana líquida

Entre sus ventajas hay que destacar su resistencia a los rayos UV, su elasticidad, la continuidad de la superficie que queda sin juntas y su fácil aplicación. No obstante, en cuanto a sus inconvenientes hay que hacer referencia a la necesidad de garantizar un espesor mínimo para que funcione adecuadamente.

Impermeabilización con láminas bituminosas

Las ventajas que ofrece este método son la fiabilidad de su eficacia y la cantidad de variantes para adaptarse a cualquier necesidad. Los puntos singulares se pueden asumir por colocadores y su garantía es mayor cuando se coloca adecuadamente.

Impermeabilización con láminas bituminosas

No obstante, también es necesario contar con un técnico colocador especializado y el tiempo de instalación es prolongado. Necesitará protección y cuenta con muchas juntas. Pero si se hace un trabajo profesional, no dará ningún problema.

Impermeabilización EPDM (Etileno Propileno Dieno Monómero)

Este sistema ofrece una gran resistencia a la intemperie sin tener que protegerlo. También asume cualquier punto singular con los colocadores y ofrece una gran garantía cuando se instala bien colocado.

Impermeabilización con EPDM

Existe la posibilidad de crear el tamaño a medida evitando casi por completo las juntas y tiene una gran garantía a largo plazo. De nuevo, habrá que contar con un colocador especializado y la magnitud de la obra es más elevada.

El mejor sistema de impermeabilización de tejados

Dependiendo de las condiciones del lugar que ha de impermeabilizarse, un sistema será más adecuado o menos.

Impermeabilización de cubiertas inclinadas

En las cubiertas inclinadas, como por ejemplo los tejados, lo ideal es colocar una lámina o placa asfáltica entre las tejas y el aislamiento de la casa. Esto permitirá tener un sistema estanco que no se desprenda y evitar que el agua de la lluvia se filtre creando goteras y humedades.

Impermeabilización de cubiertas planas

Las cubiertas planas no tienen tanto riesgo de que el material se desprenda o se caiga por la inclinación. Por ello, podrá usarse sin problema cualquiera de los métodos explicados anteriormente.

Lo único que hay que tener en cuenta es las condiciones del lugar. Es decir, si llueve mucho o poco, si el lugar va a ser transitado y, cómo no, el dinero que se quiera invertir en la impermeabilización.

Impermeabilización de terrazas o azoteas transitables

Para los lugares que se transitan normalmente, como las azoteas donde los vecinos suben a tender la ropa o las terrazas donde se sale a tomar el aire, lo ideal es usar una membrana de poliuretano o una lámina EPDM.

El primer método, gracias a su elasticidad, amortiguará mejor los golpes propios del tránsito de personas y no habrá problemas por las juntas. El segundo método es más resistente, aunque el precio de los materiales es más elevado.

Impermeabilización de cubiertas no transitables

En cuanto a las cubiertas no transitables, se podrá optar por métodos más económicos como el caucho clorado o las láminas bituminosas. Ya que la superficie no se verá expuesta a pesos ni a golpes, se podrá ahorrar algo de dinero en la impermeabilización. No obstante, la colocación y protección de estos materiales es crucial para que duren mucho tiempo.

No olvides el aislamiento cuando quieras impermeabilizar tu cubierta

Otro factor clave cuando se impermeabiliza un lugar es tener en cuenta la importancia del aislamiento. Esto aumentará la efectividad del sistema impermeabilizador y se puede hacer de dos maneras distintas:

  1. Colocando tela asfáltica.
  2. Usando pintura impermeabilizante.

Si se usa membrana de poliuretano o una lámina de EPDM, no será necesario, ya que estos materiales ya consiguen aislar.

Cubierta impermeable transpirable

Por supuesto, impermeabiliza, pero deja transpirar al edificio

También hay que ser muy cuidadosos con los materiales que se eligen. Lo ideal es usar materiales transpirables que permitan que la humedad del interior del edificio salga, así como el calor. De lo contrario, la propia condensación podría acabar provocando los problemas de humedades.

De esta manera, asegurarse de que los materiales como las láminas EPDM son transpirables será imprescindible para garantizar un trabajo completamente profesional.

Cómo impermeabilizar una cubierta

Ahora que se ha expuesto toda esta información, solo hay que hacer hincapié en la necesidad de contar con verdaderos profesionales.

En nuestra empresa tenemos una amplia experiencia en la impermeabilización de cubiertas en Gipuzkoa y San Sebastián por lo que, ante cualquier necesidad, contáctanos.